El ojo fragmentado de Brent Weeks

Título: El ojo fragmentado (El portador de luz 3)
Autor: Brent Weeks
Editorial: Plaza&Janés
ISBN: 978-84-15831-14-3
Precio: 22,90€
Sinopsis: Mientras los viejos dioses empiezan a desperezarse y las satrapías se fracturan, la Cromería lucha a contrarreloj por encontrar al Prisma perdido, el único hombre capaz de detener la catástrofe. Pero Gavin Guile ha sido apresado por un viejo enemigo y ahora es esclavo en una galera pirata. Y lo que es todavía peor, ya no cuenta con la única cosa que lo definía como Prisma: la capacidad mágica de trazar. Sin la protección de su padre, Kip Guile se tendrá que enfrentar él solo a un maestro de las sombras, al tiempo que su maquiavélico abuelo empieza a ponerlo todo en marcha para escoger a un nuevo Prisma e instaurarse a sí mismo en el poder. Con la ayuda de Teia y Karris, Kip deberá emplear todo su ingenio para sobrevivir a una guerra secreta entre casas nobles, facciones religiosas, rebeldes y una orden de asesinos ocultos en auge, el Ojo Fragmentado.

Opinión de Sara: El ojo fragmentado no me ha gustado tanto como el anterior libro pero es sobre todo porque Gavin tiene un rol menor en este libro, no hay tanta historia para él sino que se centran más en la ciudad con Kip y la red de traiciones como una partida de nueve reyes que el Rojo le intenta enseñar. Incluso Karris está un poco más gris. Quizás se pierde demasiado en las nuevas conspiraciones y deja muy de lado el resto.
Hasta puede que se esté alargando demasiado la historia, para mi tendría que haber terminado en un tercer libro pero tenemos un cuarto en camino ya que poco es lo que se aclara.

Empezamos con Gavin que ha perdido sus poderes, ya no es el Prisma y parte de su picardía y rebeldía se pierde también como sus trozos de historia, Brent Weeks no se centra tanto en este personaje para poner los focos sobre Kip y Teia, algo que no me termina de gustar ya que Gavin eclipsa al resto de personajes.
Pero vamos a tener algo sobre él. Poco pero algo.
En cuanto a Karris, es más que evidente hacia donde van sus pasos tras las pistas que da la Blanca y no es una sorpresa el desenlace final, también me ha parecido algo sosa su trozo de historia porque Karris pasa de ser una guerrera feroz dominada por el rojo y el verde para pasar a ser una mujer gris, apagada y casi invisible.
En cuanto a Kip y Teia, hay un duelo de protagonismo, el “color” que ve Teia junto con su carrera de espía, hacen que su parte sea muy llamativa y nos enganche desde el principio pero Kip presenta una novedad, las cartas de Janus junto con el legado que le han dado.
A Kip se le ha cedido el protagonismo de Gavin en este libro pero no termina de cuajar.
Por otra parte, se nota la ausencia de Liv en la narración, tampoco es que sea un personaje querido y en el anterior libro tampoco aportaba nada pero el corte que hay es bastante alarmante al igual que lo poco que se cuenta sobre el Príncipe de los colores.
Creo que la narración se ha centrado demasiado en un solo objetivo, Teia y Kip dando pinceladas al grupo El ojo fragmentado que tampoco se conocen muy bien sus intereses. Hay demasiadas cosas en el aire y realmente no se ha adelantado nada en la trama, salvo para darnos unas pinceladas aquí y allá, el autor ha dejado cosas en el aire y aunque algunas son evidentes, todavía no se sabe muy bien por donde va a ir.

Mucha narración y poco desarrollo de la trama principal, se dejan muchas cosas en el aire y se enrevesa demasiado todo. Y no apostaría en que todo se resuelva en un único libro, no se ha adelantado absolutamente nada y todo son suposiciones, queda demasiado. El epilogo da la sensación de que se vuelve al principio.

Puntuación: 8,5/10


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