Sin corazón de Marissa Meyer

Título: Sin corazón
Autor: Marissa Meyer
Editorial: Editorial Hidra
ISBN: 9788417036553
Precio: 16,50€
Sinopsis: Catherine es una de las chicas más deseadas del País de las Maravillas, y la favorita del todavía soltero Rey de Corazones. Sin embargo, ella tiene otros intereses: su mayor deseo es abrir una panadería junto con su mejor amiga y sorprender al Reino de Corazones con sus pasteles. Pero su madre opina que algo así es una insensatez para una joven que podría convertirse en la próxima reina. En un baile de gala en el que podría recibir la propuesta de matrimonio del rey, Cath conoce a Jest, el atractivo y misterioso bufón de la corte. Por primera vez, siente la fuerza de la auténtica atracción. A riesgo de ofender al rey y a sus padres, Cath y Jest inician una relación en secreto. Cath está decidida a elegir su propio camino y a enamorarse que quien ella quiera.

Opinión de Sara: Sin corazón ha sido una lectura rápida que a la vez me ha costado. La historia, como es costumbre con Marissa Meyer, es adictiva, sorprendente y muy original, un retelling de los cuentos clásicos pero esperaba más de este libro, mitad retelling y mitad original como lo es Las crónicas lunares. Es una historia completamente nueva pero son los inicios de la Reina de Corazones y desde las primeras páginas, sabemos que va a suceder en el final, pase lo que pase, se diga lo que se diga, nada va a cambiar. Es un hecho.
Y eso es lo que le quita parte del encanto. La incertidumbre debería existir, dejarnos con la duda sobre si el destino de Cath la alcanzara o no. Se lee solo este libro pero es imposible empatizar con Cath. Es un falso dulce.
A pesar de ello, ha sido una lectura que he disfrutado a pesar de sus puntos negativos.

Sin corazón viaja al pasado, antes de ser la Reina de Corazones tan despiadada, antes de Alicia. Antes de todo. Nos muestran su versión joven, inocente y dulce. Cath. Su único sueño es abrir una pastelería junto con su amiga Mary Ann, su doncella y criada. A partir de este punto empieza todo a sonar forzado. La hija de un marqués con el sueño loco de dejarlo todo, su posición, riquezas, estatus y marcharse con una criada a abrir una pastelería en la ciudad. Con una criada. Cath intenta ser mostrada como una muchacha rebelde que rompe con el molde pero realmente es una niña criada en la seguridad de un hogar con dinero que no sabe cómo se vive sin ello, con sueños locos. Sueños que nunca se cumplirán y mucho menos con una criada que a la mínima la traiciona y luego intenta alegar que es su amiga. Claro. Nos lo creemos Mary Ann, tú sólo ves números y Cath tiene dinero. Mary Ann solamente se arrima a Cath para intentar escalar. Por otra parte, Cath no es mucho mejor ya que es egoísta y por mucho que declare su no amor por el Rey y su amor por Jest, siempre elije al Rey, hasta el final. No le importa hasta robar con tal de conseguir sus propósitos, ganar un concurso de postres organizado por sus padres. Si ellos no te dan el dinero, intenta por otros medios conseguirlo. Incluso con un jurado comprado que está compuesto por el Rey, la Tortuga a la que salva, la Sota semi enamorada de ella entre otros.
Luego tenemos a Jest, el interés amoroso que intenta ser mostrado como un héroe pero roza también la línea del villano. El Rey bobalicón. Hatta, el sombrerero loco que también tiene mucha parte de culpa en todos los sucesos, una versión mucho menos agradable de él de la que hemos visto hasta ahora.
Los personajes en general son planos y vacíos. Como el título indica, sin corazón. Les falta algo. Y todos son culpables de todos los acontecimientos en el libro, nadie es inocente. Todos se han ganado a pulso su destino final.
Si miramos la ambientación, el País de las Maravillas, con su sociedad de nobles y estilo victoriano, vemos que Meyer se ha tomado muchas libertades para su libro. Realmente del País de las Maravillas solamente tenemos breves pinceladas así que no puedes esperar un retelling como otros libros que son casi fieles cambiando algunos detalles o manteniendo el espíritu. Si se cambiasen un par de cosas, el libro podría pasar a inspirado en.
Parte de la emoción se pierde porque el final se conoce desde el principio, da igual todo lo que diga Cath o haga, es inevitable y por eso la magia se diluye. Es casi imposible empatizar con Cath por ello y no solamente por su débil personalidad para luego terminar siendo todo lo que es. Si se hubiera mantenido algo de incertidumbre respecto al futuro de Cath, hubiera sido mucho más apasionante Sin corazón y mantendría al lector incapaz de parar de leer por saber que pasaría, si Cath realmente se convertiría en la Reina de Corazones o no.
Pero a pesar de todas mis quejas, que son muchas, es una historia bastante rápida de leer, divertida, amena. He disfrutado bastante de su lectura, menos que Las crónicas lunares, es cierto, pero me ha vuelto a encantar la nueva historia de Meyer. Lo que más me ha gustado ha sido la trama del Jabberwock, el monstruo que aterroriza repentinamente el reino de corazones. Una trama que es determinante para el futuro de Cath. Si recortamos algo de azúcar del resto del libro y ponemos más Jabberwock, hubiera sido perfecto.
También hay pequeños guiños a Alicia a lo largo del libro y aunque apenas se cuenta algo de Ajedrez, Meyer deja con las ganas de saber más del reino vecino. Es un libro que no necesita continuación porque trata sobre cómo Cath se convirtió en la despiadada reina pero continuar la historia con Ajedrez o en el futuro con Alicia, son tramas muy atractivas.

Puede que este libro se quede por debajo de su anterior saga, es autoconclusivo, algo de lo que escasea en la literatura pero hay ciertos temas que piden a gritos una continuación o una especie de continuación. Casi lo que podría haber sido y lo que podría traer de secuelas, es más atractivo que el propio libro.

Puntuación: 6,5/10

1 comentario:

  1. Hola Sara !!
    Pues cuando lo conocía me dieron muchas ganas de leerlo, más con esa portada que es preciosa, pero a medida que leía reseñas mi entusiasmo fue bajando. No dudo en leerla pero por ahora no, la voy a dejar pasar por el momento. Besos.

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